
La historia:
Edimburgo, Escocia
Milán, Italia
De niños crecemos con las historias de caballeros y princesas. Y al pasar de los años los caballeros se vuelven hip hoperos, Presidentes, alcoholicos, actores, vagabundos, golpeadores, taqueros, licenciados, ingenieros, desempleados, calvos .... y las princesas se vuelven Pussy Cat Dolls, table dancers, actrices, licenciadas, astronautas, etc ....
En verdad todo esto va al punto que cada vez hay menos caballeros y princesas en este planeta (sin contar los que nacieron caballeros, principes y "nobles" como en el Reino Unido, Monaco o Suecia). Pero yo conozco un caballero y se los quiero presentar.
Conozcan a Sir Ponchito:

Y aunque ahí lo ven rodeado de bellas féminas, Ponchito estaba enamorado, pero no de ninguna de ellas. Y deben saber Ustedes que el es todo un caballero en las más amplia y regordeta extensión de la palabra. Es todo el paquete desde abrir puertas, cargar cosas, no dejar que una dama se regrese sola en la noche, dar el todo por recibir nada .... Ponchito me sorprende y su comportamiento me maravilla cada día. Pero la balanza en el amor no siempre se inclina para el más caballeroso. Y él estaba enamorado de ella
Pero ella no le correspondia a todas sus atenciones. Incluso le molestaban. Le molestaba que él quisiera pagarle la cuenta. Le molestaba que él quisiera ayudarle a cargar sus cosas, le molestaba que él quisiera ser un 'caballero' con ella. Le asfixiaba, le robaba su independencia con cada intento, le hacía sentir menos capaz, y eso le disgustaba.
Al final, el corazón de ella se fue con otro aventurero, y como siempre en estas pequeñas historias de amor que suceden todos los días alguien termino enamorado, otro termino con el corazón roto, y el sol se puso y volvio a salir para dar la oportunidad a alguien más de volverlo a intentar.