Retomando la inspiración para contar mis pasadas vacaciones, inicio con el primer destino: el norte de Suecia. De hecho, estoy hablando de la Ciudad más al norte de Suecia, Kiruna; varios cientos de kilómetros al norte del círculo polar ártico. Llegar ahí no es tan fácil, siempre he dicho que viajar dentro de Europa es de lo más fácil del mundo, los países son pequeños y puedes encontrarte cruzando varios países en un vuelo de 2 horas. Suecia es un poco diferente. Por un lado, es cierto que es estrecho, pero es laaargo largo.
Entonces, la vida me llevó a Kiruna porque una tía mía quería decididamente ver la aurora boreal. Para los que siguen este blog, saben que estuve viviendo un tiempo en Umea, Suecia. Yo creí que estaba bien al norte, pero una vez que ví en el mapa dónde estaba Kiruna, y que desde Umea las posibilidades de ver la aurora boreal eran casi de cero, me embarqué en una aventura a un lugar muy interesante y del cual les quiero hablar en este post.
Kiruna es un pueblito. Sin embargo, el gobierno local y nacional han sabido aprovechar al máximo las condiciones climáticas y el increíble paisaje natural con los cuales este lugar cuenta. Además que esta dentro de la zona de los
Sami, un pueblo que habita en la laponia compuesto aproximadamente de 80,000 personas.
Ver la aurora boreal no es algo fácil. No sólo tienes que estas bien al norte, sino que además las condiciones climáticas tienen que ser las adecuadas. Si alguno de ustedes algún día quiere verlas, entonctré un
sitio que más o menos predice cuándo podrás ver una y dónde. Nostros agendamos el tour, el día en que había más probabilidades de verla. Pero como bien dice el título de este post, no todas las cosas salen bien todo el tiempo, pero no siempre es algo malo. El punto es que ese día, el cielo estaba totalmente cubierto por nubes, -29°C grados afuera, y el guía del tour nos dice: "pues la neta no creo que puedan verlas, pero podemos irnos en motonetas en el bosque". No parecía una idea tan genial, sin embargo lejos de conventirse en un viaje fallido, descubrimos muchas otras cosas que hicieron que valiera la pena.
La primera, es que el
hotel de hielo se encuentra en esta Ciudad. Un hotel que construyen cada año cuando inicia el invierno y que durante el verano desaparece. Además que celebraban el 20 aniversario del lugar, el buffet que tienen en uno de los restaurantes de este complejo es sumamente recomendable. Peces de todo tipo preparado de maneras deliciosas. Ah, y carne de reno. Yummy.
Además de eso, la infrastructura turística de un lugar tan pequeño y tan remoto es increíble. Hay para entretenerse por una semana sin ningún problema. Tours para todas las edades. Nosotros tomamos uno para conocer la cultura Sami y hasta me subí a un tríneo tirado por renos!
Además el estar a temperaturas tan bajas me ha hecho disfrutar mucho más el tiempo ahora que estoy de vuelta a Edimburgo =), aprendí sobre otras cutluras, y pase un rato agradable entre renos, samis, rubias, y mucha, mucha nieve. Por cierto,
Ana quien se nos va a la riviera Maya, tu recuerdito lo compré aquí, ya mandaré una foto de cuando lo mande por correo para que lo veas y le des la bendición para que llegue =)
A ustedes les ha pasado que algo no planeado termina siendo mejor que el plan? Cuenten !