Aventuras Couchsurferas II

Pues como les platiqué en el post anterior, desde que me inscribí a esta onda del Couchsurfing he recibido a 3 extraños en mi departamento =) El fin de semana pasado, fué el turno de dos personas de Latvia (o Letonia en Español creo). En esta ocasión la sorpresa vino doble, pues recibí a Aija y su primo por dos días y una noche. Si bien el concepto de esto del Couchsurfing es no sólo hospedar gente, sino convivir con ellos y enseñarles un poco la ciudad como un local la vería, en esta ocasión mis atenciones no pudieron ir más allá de darles dos mapas de Edimburgo, marcarles los puntos que visitaría, los lugares de tour gratis y mis recomendaciones para comer BBB, pues estaba extremadamente cansado de mi semana como para irme a caminar dos días enteros, especialmente si el clima no era de los mas favorable.

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De cualquier modo decidí organizarles una pequeña soirée en mi casa, compré en el super un par de bebidas y aperitivos y es aquí donde la verdadera historia y el descubrimiento de dos extraños inicia. Dejenme presentarselos primero:

Los recogí en la central Sabado por la mañana. Venían de estar un par de días en Glasgow y planeaban estar dos días mas en mi ciudad antes de irse a Londres. Mi primera impresión: no hablan mucho =). Pero siempre cuando conoces a alguien por primera vez, y más de manera 'obligada' los primeros minutos son un poco de prueba y error. Encontrar puntos en comunes y evitar temas sin salida. A mi novia no les cayeron tan bien, pero por otro lado no andaba de humor para recibir gente. A veces siento que ella no comparte el deseo de conocer gente diferente de manera aleatoria=).

Lo que nos conectó entrada la noche fué la profesión. Resulta que ella trabaja en la mercadotecnia de uno de los productores más grandes de su país de alimentos. Hacen Salsa Catsup, Mayonesas entre otros productos lácteos, me enseñó la marca, algunos comerciales en los que ella participó y demás. Yo le enseñé también algunos de los proyectos en los que he trabajado y de ahí nos agarramos y empecé a descubrir más sobre su pequeño país: 2 millones de habitantes, la mayoría en su capital, Riga. He visitado Europa 'del Este' pero nunca los países Bálticos, por lo cual no tenía ninguna imagen previa en mi mente. Me imaginaba un lugar sin mucho atractivo, un pequeño país satelite de la ex unión soviética. No pude haber estado más equivocado. La ciudad  se ve maravillosa, y me enseñó algunas playas que se ven bastante agradables (aunque sigo prefiriendo nuestras playas mexicanas). Aprendí de sus festivales, su historia, que organizan cada 4 años un festival para cantar, que a diferencia de muchos otros países su himno no habla de guerra ni de sangre, sino de baile y de las mujeres y hombres que conforman al país.

En general fué una experiencia gratificante, y no puedo esperar a ver quién es la siguiente personas que visitará mi ciudad, mi casa y me compartirá un poco de su historia.